La rendición de cuentas es un deber de las entidades pertenecientes a la Rama Ejecutiva, así como de los funcionarios públicos a nivel nacional y territorial. Este proceso también involucra a la Rama Judicial y Legislativa, quienes deben comunicar, dialogar y responder de manera clara, concreta y efectiva a las solicitudes y requerimientos de los interesados, que incluyen a la ciudadanía, organizaciones y grupos de interés, respecto a la gestión llevada a cabo, los resultados de sus planes de acción y el compromiso con la protección y garantía de los derechos.
Este proceso de rendición de cuentas representa una oportunidad para que la sociedad evalúe los resultados obtenidos por la entidad en función de su misión o propósito principal, y para asegurar la entrega efectiva de bienes y servicios que aborden las necesidades o problemáticas sociales de los grupos de interés.